Llegaron las vacaciones escolares, y ¿qué hacer con los niños ?

Las vacaciones, días de descanso, de felicidad, no a las carreras y a los madrugones, más bien época para viajar, desconectarse de la rutina... y por supuesto tiempo…
Pero, a veces, las altas expectativas pueden quedar frustradas sino se organiza con atención. Para no tirar por la borda este tiempo y que sea lo más placentero posible, tanto para padres activamente laborales e hijos activamente en vacaciones, se recomienda a continuación una serie de guías según un escuela de padres de la ciudad de Madrid, dedicados al estudio y evaluación de estos temas en la vida de familia.
Para aquellos padres que pueden tener unas vacaciones paralelas junto a las de sus hijos, un viaje es lo más acertado. Sin embargo, los padres deben ser conscientes de la edad que tienen sus hijos y de que no pueden pretender hacerse un viaje muy largo si los niños tienen por ejemplo entre uno a cinco años, porque el cansancio de los pequeños arruinaría cualquier aventura de descubrir lugares nuevos. El viaje soñado resultará un desastre.
Planear de forma adecuada el tiempo
Hay que tomarse estos días con mucha organización y pensando en que hay que aprovechar al máximo el tiempo libre con la familia. No estamos acostumbrados a pasar tantos días sin una detallada organización o rutina y a veces, sobre todo a los adultos acostumbrados a intensas jornadas laborales, les cuesta más. Aunque uno se sienta cansado debe animarse a hacer esa caminata que tanta ilusión le hacía pensar cuando aún estaba en la oficina, aprender a navegar o cualquier otra actividad que tuviera pensada.
La falta de rutinas debe ser aprovechada para que los más pequeños aprendan que en la vida también existe flexibilidad y excepcionesa lo establecido: acostarse más tarde, comer a otra hora que no sea la habitual... También aquí hay que ser flexibles y adaptarse a lo que supone tomar ciertas decisiones. Lo importante es que el día anterior se disfrutó mucho en compañía.
La siesta, si los padres desean dormirla, para que ese tiempo sea más tranquilo se puede aprovechar a dejar a los niños los aparatos tecnológicos como móviles, iPad, televisión, pero de manera controlada y supervisada por otro adulto, o inculcar el tiempo de lectura. De esta forma estarán más tranquilos, concentrados y en silencio. Se debe explicar a los hijos que los adultos también tienen derecho a descansar.
Las obligaciones continúan en vacaciones
Si por la mañana hay que recoger el desayuno, ordenar la casa etc., se puede aprovechar, según la edad de los pequeños, a que colaboren y aprendan determinados hábitos de responsabilidady colaboración.
Si son demasiado pequeños para asumir ciertas tareas, mientras los padres se organizan a los pequeños se les pueden presentar actividades dirigidas para que pinten, hagan figuras de plastilina, juegos de mesa, que les mantenga activos y creativos. La noche es un momento muy adecuado para participar todos juntos en juegos.
En función de la edad, se puede negociar “el plan del día” para que a su término todos hayan hecho algo que les guste. Si los padres quieren visitar un museo, ante la negativa de los hijos, se les puede plantear un fin de jornada atractivo como ir a una hamburguesería a cenar, ir a un parque temático...
A partir de los 8 años, la frase favorita de los niños y niñas es “me aburro”. Hay que perder el miedo a escucharla. No pasa nada porque se aburran de vez en cuando. Los padres no deben dejar que esta afirmación les arruine sus días. Aún así, lo mejor es optar por un destino que incluya actividades aptas para cada edad. Otra opción es “invitar” al pequeño a que sea él el que diseñe el plan del día: dónde ir, cómo gestionarlo con el dinero previsto...
Si los hijos son adolescentes, su desidia pondrá a prueba la paciencia de cualquier padre. Es interesante la posibilidad de invitar a algún amigo para que pueda pasar unos días con la familia, o los primos que viven en otra ciudad , por ejemplo.
Armarse de pacienciasi se va a la casa del familiares y amigos o donde la familia política. Lo recomendable es establecer los tiempos que se van a pasar en común. Es decir, si, por ejemplo, están todos juntos por la mañana en la playa y en la comida, que por la tarde no haya problemas porque los padres e hijos hagan una actividad solos por su cuenta, sin los abuelos o suegros.Incluso, estar en casa de los suegros puede servir para dejar con ellos a los niños y que la pareja pueda disfrutar también el tiempo de descansoy reforzar su relación.
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